Los desafíos de género en la educación superior
Con la presencia de autoridades académicas y la experta española Magdalena Suárez Ojeda, la UCC fue sede de un conversatorio sobre brechas y liderazgos femeninos en las universidades.
La Escuela de Posgrado de la Universidad Católica de Córdoba (UCC) fue sede de un conversatorio sobre Mujeres y Universidad: avances y desafíos en torno a la igualdad de género en el ámbito universitario, del cual participó la española Magdalena Suárez Ojeda, profesora titular de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y ex directora de la Unidad de Igualdad de la UCM.
Del panel participó el rector de la UCC, Andrés Aguerre S.J., junto a la vicerrectora Académica, Marianna Galli; la rectora de la Universidad Blas Pascal, Teresa Olivi; Laura Rosso, rectora de la Universidad Siglo XXI; y la vicedecana de la UTN San Francisco, Claudia Verino; también, representantes de la Universidad Provincial de Córdoba y de la Unidad Central de Políticas de Género de la Universidad Nacional de Córdoba, entre otras autoridades universitarias. Además, estuvieron presentes el decano de la Escuela de Posgrado, Daniel Pavón; y la secretaria de la Mujer provincial, Claudia Martínez. La actividad fue presidida por la decana de nuestra Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Mónica Cingolani.
“Es un gran honor para nosotros recibir a mujeres que llevan roles de liderazgo en universidades y con quienes compartimos la terea de educar con pasión y entusiasmo”, dijo nuestro Rector al iniciar la charla, que se desarrolló el miércoles 21 de mayo en la sede Centro de la UCC.
“Esta jornada es un espacio para intercambiar ideas a partir de la realidad cordobesa y la experiencia de Magdalena en su trabajo en la UCM”, indicó Cingolani al presidir el panel. Luego recordó que el ingreso de las mujeres a la educación superior no canceló las desigualdades en el ámbito universitario porque aparecieron otro tipo de desigualdades y segregaciones. “Proponemos no pensar el tema en términos históricos sino como desafíos que tenemos hoy, en el presente”, señaló la decana.
Entre esos desafíos actuales, Cingolani apuntó la segregación horizontal, que tiene que ver con la brecha de género en carreras específicas como las relacionadas con la Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas; la segregación vertical, esto es, menos mujeres en puestos de decisión; la violencia sexual y el acoso en entornos académicos, que llevó a las instituciones a disponer de protocolos para el abordaje, prevención y denuncias; también la producción de conocimientos, ya que se cuestiona la falta de autoras en los planes de estudio; la permanencia de las mujeres y la conciliación del entorno académico con las tareas de cuidado; el activismo feminista universitario; y, como último punto, la identidad de género y el feminismo.
A su turno, en su exposición Suárez Ojeda mencionó el ecosistema en el cual se desarrollan actualmente las casas de altos estudios españolas para abordar la temática de la convocatoria. Para ello, recordó que desde hace un par de décadas es obligatorio en España que las universidades públicas tengan Unidades de Igualdad, una política universitaria que se sumó a un hecho previo, la Ley de Igualdad de ese país, que exigía que todas las dependencias administrativas de gobierno tengan unidades de género. “Esto aclara el panorama porque, a partir de allí, por imperativo legal, las unidades de igualdad han sido un punto de referencia para nosotros”, remarcó la profesora.
A la vez, Suárez Ojeda destacó el “despertar internacional” de toda la materia científica sobre igualdad en las universidades del mundo, “con mucha intensidad en Hispanoamérica”. “En nuestro caso tenemos el Instituto de Investigaciones Feministas de la Complutense de Madrid”, agregó.
Luego indicó como “cambio copernicano” el que se produjo en las universidades a partir de dos decretos (901-2020 y 902-2020), que indican que todas las organizaciones (sean públicas o privadas) tienen que tener planes de igualdad (que contemplen profundos diagnósticos de la situación hacia el interior de la institución), y protocolos de acción ante casos de acoso o violencia de género. “Un verdadero desafío en espacios como la Universidad Complutense de Madrid que congrega a unas 100.000 personas, de las cuales 60.000 son estudiantes de todo el planeta”, remarcó la especialista española durante su discurso. Las acciones implicaron, además, luego de un trabajo “muy duro”, la construcción de observatorios de igualdad y de una red universitaria, conocida como RUIGEU (Red de Unidades de Igualdad de Género para la Excelencia Universitaria).
Vale destacar que en el caso de Córdoba, desde el año 2016 las universidades integran la Red de Universidades por la No Violencia hacia la Mujer la cual articula a las organizaciones y genera acciones conjuntas, como la diplomatura de acompañantes comunitarios que lleva seis ediciones.
Laura Rosso, de la Universidad Siglo XXI, aportó datos del Instituto de Género que indican que las mujeres tienen mayor tensión y mayor carga (laboral y del hogar) que los varones. “Otra brecha que observamos tiene que ver con la salud emocional de las mujeres: por ejemplo, tienen un 25% más de dolores musculares y un 14% más de cansancio crónico, de agobio, que los hombres”, apuntó.
Por su parte, Teresa Olivi reflexionó en la necesidad de lograr de que las mujeres sean elegidas en sus cargos “no sólo por ser mujeres, o por una ley de cupo”, sino por sus capacidades y formación. “Debe ser tan válido elegir a un varón como a una mujer según sus competencias. Se trata de lograr una igualdad de oportunidades real”, planteó y valoró el “foro de rectores que tiene Córdoba, en donde se comparten las dolencias y las alegrías que tenemos en cada universidad sobre el tema”.
A su turno, Romina Scocco destacó las leyes de cupo como puntapiés iniciales, “hasta que llega un momento en que la construcción política da algunas frutos”. En ese sentido, la referente de Género de la UNC compartió datos sobre las elecciones decanales y de órganos de representación estudiantil de mayo de este año. “Si bien falta el resultado de Psicología, de 15 unidades académicas, 3 facultades eligieron fórmulas encabezadas por mujeres, un hecho inédito. 4 facultades tendrán decanas, y 4 facultades eligieron fórmulas donde hay vicedecanas, lo que demuestra que la representatividad política ha crecido cuantitativamente”, graficó.
De la actividad participó una estudiante de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la UCC, Rocío, quien integra el centro de estudiantes de esa unidad académica. La joven subrayó que en esa carrera año a año se ratifica un mayor número de ingresantes mujeres a la carrera de grado, “lo que ratifica el interés político del colectivo feminista”.
A la vez, la secretaria General de la UCC e integrante de la Comisión de Bienestar, Estela Zarazaga, destacó que la UCC forma parte de la AUSJAL (Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina) en donde se comparten protocolos para la atención, prevención, seguimiento y sanción de casos de violencia de género. También, que desde 2020 nuestra Universidad cuenta con un Código de Convivencia para fomentar una cultura de paz, entre otras acciones llevadas adelante.
En el cierre, Cingolani subrayó el rol de la funcionaria provincial, Claudia Martínez, como una “gran articuladora” de la red de universidades. Al tomar la palabra, Martínez valoró los logros realizados por las universidades en materia de igualdad y celebró el encuentro: “Agradezco y celebro este espacio organizado por la UCC (…) Que estén las universidades presentes es muy importante para que la sociedad vea que estamos peleando por una verdadera igualdad, porque también la sociedad debe acompañar esta transformación cultural”.