Publicado el 10 de Junio de 2025 en Posgrado

La farmacia como agente de salud: una carrera que redefine el modelo comunitario

Federico Giraudo, director de la primera especialización acreditada del país en Farmacia Comunitaria, explica cómo este posgrado de la UCC transforma la práctica profesional.

Casi el 90% de las y los farmacéuticos en Argentina desarrolla su carrera en la farmacia comunitaria, un espacio tradicionalmente asociado a la dispensación de medicamentos. Sin embargo, un nuevo paradigma global redefine su rol, impulsándolo a convertirse en un agente de atención primaria de la salud, enfocado no ya en el producto, sino en el paciente y su bienestar integral. Para responder a esta evolución y profesionalizar una de las áreas de mayor salida laboral, la Escuela de Posgrado de la Universidad Católica de Córdoba (UCC) puso en marcha la primera Especialización en Farmacia Comunitaria acreditada en el país. Próximo a abrir una nueva cohorte, su director, Federico Giraudo, analiza en esta entrevista las claves de una formación que integra la gestión eficiente, el seguimiento farmacoterapéutico y las nuevas tendencias para forjar al profesional que la salud pública del futuro demanda.

¿Cuál es la necesidad que esta Especialización en Farmacia Comunitaria busca cubrir en el panorama actual de la salud y la profesión farmacéutica?

-Cerca del 90% de los graduados farmacéuticos en el país desarrolla su actividad profesional en el ámbito de la farmacia comunitaria, es decir, la farmacia oficinal que todos conocemos. Por lo tanto, el ofrecer un posgrado en este ámbito es ofrecer un espacio formal de educación superior a través de la especialización en una de las áreas que más demanda laboral tiene. Por lo tanto, la potencialidad del posgrado es enorme.

La especialización se articula en tres ejes: gestión integral, atención farmacéutica y buenas prácticas, ¿cómo se interrelacionan?

-El nuevo paradigma de ejercicio profesional para el farmacéutico comunitario está orientado a brindar servicios. Es decir, históricamente en la farmacia oficinal se hizo hincapié en el producto, en la dispensa del medicamento, mal conocido como la comercialización o venta, pero como la farmacia es un ámbito de atención primaria de la salud, no hablamos de venta del medicamento o de comercialización sino de dispensación.

Pero desde hace unos años, la práctica farmacéutica a nivel comunitario se dirige hacia el ofrecimiento de un servicio orientado no al producto (que es el medicamento), sino al paciente. Entonces, se busca que el farmacéutico logre comprometer su actividad profesional, sus conocimientos, sus habilidades, destrezas, competencias para mejorar la calidad de vida del paciente y mejorar la salud pública en general. Para eso hacen falta herramientas, que en esta carrera se basan en los ejes que plantea la especialización. Por un lado, la gestión integral y eficiente del servicio, por otro, las destrezas y pericia en atención primaria de la salud y, por otra parte, en ahondar en todo lo que tiene que ver con prácticas no convencionales de la profesión. Por eso decimos que es un programa de formación integral que se enfoca en esta nueva orientación que nuestro posgrado le imprime a la práctica farmacéutica.

Uno de los diferenciales es la actualización en servicios en atención primaria y el seguimiento farmacoterapéutico. ¿Cómo impactan estas competencias en la salud de los pacientes?

-Los servicios farmacéuticos en atención primaria son el futuro del ejercicio de la profesión a nivel comunitario en la Argentina. Ya existen varios países en el mundo que durante años lo han aplicado. Cuando esto ocurre (implica involucrarse en el éxito de la farmacoterapia con el paciente y su entorno) logra resultados excelentes tanto en la mejora de la calidad de vida del paciente como para el propio establecimiento.

Actualmente, se trabaja en nomenclar estos servicios para que puedan estar vinculados a honorarios profesionales, es decir, que el ejercicio profesional del farmacéutico no solo esté atado al precio o al costo del producto que dispensa en su farmacia sino que el servicio tenga un valor en sí mismo y ese valor puede ser reconocido por el sistema de seguridad social.

Cuando hablamos de servicios farmacéuticos hablamos de seguimiento farmacoterapéutico, pero también hablamos de la indicación farmacéutica, es decir, la clásica intervención que hace el profesional de farmacia ante la pregunta ¿qué me da para…?, ¿qué puedo tomar si me duele…? Es habitual que frente a una dolencia, un problema de salud menor, el paciente recurra al farmacéutico y bajo ciertas circunstancias el agente puede intervenir. Ese servicio recibe el nombre de indicación farmacéutica.

Otros servicios muy populares son la medición de la presión arterial o la aplicación de vacunas en los lugares o provincias donde está permitido la aplicación de inyectables. En realidad, existen tabulados un gran número de servicios, cerca de 30, que han sido consensuados en el mundo. Por esta razón, la especialización brinda los conocimientos y las herramientas no sólo sobre los servicios sino también acerca de cómo aplicarlos y cómo sostener el ofrecimiento del servicio y la comunicación.

La formación en gestión (administrativa, económico-financiera, comercialización) es un pilar importante en esta carrera…

-Ningún centro de salud, como es la farmacia a nivel de atención primaria, puede existir si no están las condiciones para que funcione de manera eficiente y sustentable. Por esa razón, nuestro posgrado dicta asignaturas que brindan herramientas y complementos para obtener competencias de gestión sostenible. Estamos hablando de elementos de gestión administrativa de la oficina de farmacia, recursos humanos, derecho laboral, aspectos que tienen que ver con las finanzas de la oficina de farmacia. Todas estas cuestiones son un eje central y la especialización aporta esos saberes, que son medulares para el sostenimiento del servicio.

El programa menciona prácticas no convencionales como fitoterápicos, nutracéuticos y dermocosmética, además del concepto de "farmacéutico nueve estrellas", ¿cómo se abordan estas tendencias?

-El farmacéutico nueve estrellas es un concepto que establece la Organización Mundial de la Salud y la Federación Internacional de Farmacia, donde existen nueve atributos fundamentales que debe reunir todo farmacéutico a la hora de ejercer la profesión. Esos atributos tienen que ver con competencias que no solo hacen al ámbito disciplinar específico o la expertise disciplinar, sino también al desarrollo de cuestiones vinculadas a competencias y habilidades blandas, liderazgo, comunicación, aspectos centrales a la hora de ejercer la profesión.

Otros aspectos tienen que ver con prácticas que usualmente no están ejercidas o difundidas en todas las oficinas de farmacia, como las áreas de los medicamentos herbarios y fitoterápicos. Por ejemplo, está muy en auge el consumo de nutracéuticos como suplementos, tanto nutricionales como a la hora de pensar en suplementos para la salud y todo el aspecto vinculado a la dermatocosmética, fundamentalmente aplicada tanto al cuerpo como al rostro y faneras, es decir, todos los anexos de la piel como pelos y uñas.

Por lo tanto, el desarrollo de estos módulos curriculares permite enfocar el proceso pedagógico en torno a estas áreas no convencionales para dotar a nuestras y nuestros graduados de aquellas herramientas que marquen la diferencia a la hora de ejercer la profesión.

El cursado es híbrido e incluye una práctica profesional y un trabajo final. ¿Cómo se estructura esta modalidad para facilitar la participación de profesionales en ejercicio?

-Hemos habilitado la posibilidad de un cursado sincrónico virtual, es decir, de manera remota para muchos de los encuentros. Solo el 25% de la carga horaria de la carrera debe ser presencial y el 75% restante puede cursarse a distancia. Así, hemos tenido alumnos de Jujuy, Santa Fe y Santa Cruz, por mencionar algunas provincias. Nuestra experiencia certifica que este tipo de procesos es posible.

Además, cada estudiante puede realizar la práctica profesional en la farmacia donde se desempeña, esto facilita el cursado porque no tendrá que trasladarse a un centro de práctica sino que lo hará en el propio centro donde está habitualmente. Y lo más importante, el trabajo final puede ser capitalizado en la misma farmacia del especializado, lo cual hace muchísimo más atractivo el cursado de la carrera.

Al finalizar la especialización, ¿qué nuevas perspectivas profesionales se abren para las y los graduados?

-Esta carrera permite que se abran nuevos horizontes, no solo para diferenciar un centro de salud que brinda servicios particulares que otros colegas no lo hacen, sino que además podrá percibir honorarios por estas prácticas profesionales que son adecuadamente protocolizadas, registradas, con impacto que puede medirse y con mejoras tangibles en la salud pública de los pacientes y de la comunidad donde el farmacéutico ejerce.

Por otra parte, se adquieren herramientas y conocimientos para hacer mucho más eficiente la gestión de la oficina de farmacia que, en la práctica diaria, el farmacéutico suele realizar de manera empírica.

Un dato importante, la especialización de la UCC es la primera carrera acreditada del país en farmacia comunitaria, con estándares de calidad adecuados y pertinentes para lograr los objetivos pedagógicos y formativos propuestos.

Seguí formándote. Estudiá la Especialización en Farmacia Comunitaria en la Escuela de Posgrado de la UCC.

Para conocer más sobre esta carrera coordiná una entrevista acá.